domingo, 25 de noviembre de 2012

Chejov, el autor




Antón Pávlovich Chejov nació en Tangarog en 1860, siendo el tercero de seis hermanos y murió en Bandeweiler en 1904. En la época de Chejov, Tangarog rivalizaba en el comercio con Odesa. En su puerto atracaban barcos de todas las banderas. Los extranjeros acaudalados vivían en verdaderos palacios y no había noche que careciera de festines y  bailes.

            Al lado de tanta grandeza vivían los Chejov en una tiendita que era atendida por Pavel Yehorovich Chejov, padre de Chejov y sus dos hermanos mayores. Pavel era hijo de Egor Mijailovich Chej, un campesino siervo que pagó 3500 rublos, cantidad inmensa para aquella época, por su manumisión. Solo entonces pudo apellidarse Chejov.
           
            Antón ayudó a su padre a atender la tienda que estuvo abierta durante siete años, a los siete años Pavel divisó talento en Antón para el comercio y lo metió en la escuela de la iglesia ortodoxa griega junto a su hermano Nikolai. En vista de que los niños no aprendían nada en aquel colegio el padre los transfirió al Liceo.  Aquel liceo era regido por una disciplina severa y castigos draconianos. “En mi infancia no tuve infancia”, palabras del propio Antón.

            A los treces años Chejov había conocido el amor de su vida, el teatro. Tangarog era una ciudad de teatro y de público muy exigente. Por muy módico que fuese el precio de las entradas al teatro, para Antón era muy difícil conseguir el dinero, se dedicaba a la caza de pájaros para poder costearse al menos una entrada de buena ubicación. En aquel tiempo las localidades era sin números y Antón era siempre el primero en la fila.

            En 1874 Pavel cumplió su sueño de tener casa propia a costas de varias imposibilidades, tubo que firmar una serie de letras.  Al años siguiente, sus dos hijos mayores Alexandr y Nikolai se marcharon a Moscú, entraron a la facultad de matemáticas y bellas artes respectivamente. La partida de sus hermanos fue un duro golpe, pero eso no era nada con lo que le esperaba.  Pavel, viendo que no podría pagar las letras tubo que huir a Moscú para no caer preso por impago de deudas. En el Jardín de los cerezos se aprecia este tema del paso de la propiedad a otras manos y nos muestra la huella de dolor de sus años juveniles.

            En Moscú en el 20 de Agosto de 1880, Antón solicitó su entrada a la facultad de medicina, puso gran afán en sus estudios y se mantuvo siempre ajeno a la política.  Debido a la deplorable situación de su familia Chejov durante sus estudios de medicina, al igual que Trigorin, en la obra “La Gaviota” sentía la necesidad de escribir, pero también lo hacia por gusto y por vocación.  Publicó sus primeras sátiras en revistas cómicas bajo el seudónimo de  Antosha Chejonte, la gran calidad de sus trabajos lo hicieron ascender de forma rápida y cuando se tituló de médico en 1884 no ejerció casi nada y se dedicó a la literatura. 
 
            En 1886 ya era un escritor destacado y al año siguiente se le condecoró con el premio Pushkin gracias a la colección de relatos cortos “Al Anochecer”.
En 1887 aparecieron los primeros síntomas de la tuberculosis, enfermedad que acabaría con su vida. Esta enfermedad lo convirtió en un nómada haciéndolo frecuentar los principales balnearios europeos en busca de cálidos climas. Viajó hasta Ucrania y a su regreso se estrenó una de sus obras con mejores criticas, “La Gaviota”, fue estrenada en el teatro de arte de Moscu dirigida por Konstanstín Stanislasvski. 

            Antón Pávlovich escribió tres obras más para esta compañía: Tío Vania (1897), Las Tres Hermanas (1901) y El Jardín de los Cerezos (1904), todas ellas de gran éxito. En 1901 contrajo matrimonio con Olga Leonárdovna Knipper, una actriz que había actuado en sus obras.

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